miércoles, 24 de septiembre de 2008

AUGUSTO MONTERROSO

Augusto Monterroso Bonilla nació el 21 de diciembre de 1921 en Tegucigalpa. Hijo de la hondureña Amelia Bonilla y del guatemalteco Vicente Monterroso, pasó su infancia y juventud en Guatemala; después, en septiembre de 1944, llegó como exiliado político a Ciudad de México, donde se estableció y donde desarrolló, prácticamente, toda su excepcional vida literaria. En Los buscadores de oro, sus memorias, habla con cariño de sus años infantiles entre Honduras y Guatemala, al tiempo que reconoce dos hechos: el primero, haber elegido la nacionalidad guatemalteca al hacer uso, simple y llanamente, de su libertad; el segundo, sentirse plenamente centroamericano, con las múltiples connotaciones que esto implica. Monterroso se crió y educó en el seno de una familia muy liberal, en la que se leía y se frecuentaba a los intelectuales, artistas, toreros y músicos de la época, no sólo centroamericanos, sino también hispanoamericanos e incluso españoles.

En 1952 publica en México «El concierto» y «El eclipse», dos cuentos breves que lo iniciarán en su quehacer como escritor. Posteriormente, al ser nombrado cónsul de Guatemala en La Paz, se traslada a Bolivia, pero cuando es derrocado Jacobo Arbenz con la ayuda de la intervención norteamericana, renuncia a su cargo y viaja a Santiago de Chile donde publica en el diario El Siglo el cuento «Míster Taylor», escrito en La Paz, en el que ironiza sobre la intervención norteamericana en el país andino. En 1956 regresa definitivamente a la Ciudad de México donde ocupa diferentes cargos relacionados con el mundo académico y editorial.

En 1972 se publica Movimiento perpetuo, considerado por la crítica mexicana como el mejor libro del año. Tras su publicación se suceden continuos viajes tanto por el continente americano como por el europeo. En 1975 se le concede el Premio Javier Villaurrutia; en 1978, siguiendo con su impulso de dejar tiempo suficiente entre publicación y publicación sale a la luz la única novela del autor: Lo demás es silencio (La vida y la obra de Eduardo Torres).
Hasta su muerte, acaecida en Ciudad de México en la noche del 8 de febrero de 2003, estuvo trabajando en la segunda parte de sus memorias, que comprenden desde los 16 hasta los 22 años .

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